Cuando mi padre era pequeño, se bajaba a jugar a la calle.

Entonces, por los bulevares pasaba un coche cada media hora. Hoy pasan 75.000 coches al día.

La calle se ha convertido en el lugar menos adecuado para los críos. Por eso me encantó ver este corro de niños jugando, en la Plaza de las Comendadoras.

Foto: C. Osorio.