En la época del Romanticismo se construyeron dos casitas rústicas con muñecos autómatas en su interior. Una de ellas es la casita de la vieja, en el Parque del Capricho. La casita se ha conservado, pero los autómatas no se sabe dónde fueron a parar. Le llamaban «de la vieja»  por una figura de una anciana que hilaba en una rueca.
Estas casitas rústicas tenían que ver con la nostalgia de la vida feliz de los campesinos que hubo en los ambientes aristocráticos en la época del Romanticismo.
 
La Casita de la Vieja, en El Capricho
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Fernando VII  mandó construir «la casita del Pobre y el Rico» en el parque del Retiro. Se hallaba situada en la glorieta de Galicia, muy cerca de la Casa de Vacas.
Esta casita era uno de los caprichos creados por Isidro González Velázquez para recreo de los reyes. En su interior había dos pisos. En el piso bajo se hallaba la servidumbre, haciendo las tareas del hogar. Y en el piso de arriba estaban los ricos, una familia de hacendados de las Antillas, una de aquellas familias que se habían enriquecido con las plantaciones de azúcar.

Los ricos hacendados.

Una vieja campesina.

Una campesina trabajando con la costura mientras atiende a su bebé.

Todos estos muñecos autómatas estaban en la Casita del Retiro.

La Casita del Pobre y el Rico fue derribada en 1963. No se tiene noticia del paradero de los muñecos.
Las fotos de los muñecos autómatas fueron publicadas en el nº 21 de la revista Madrid Histórico.