Son imágenes que tomé en la Tabacalera de Embajadores cuando se reabrió al público, en 2010. En este tiempo, la antigua fábrica de tabacos se ha convertido en un referente cultural, y una experiencia piloto de dinamización artística y social.
La Real Fábrica de Tabacos de Madrid se construyó por orden de Carlos III. El arquitecto Manuel de la Ballina realizó un buen ejemplo de la arquitectura industrial del siglo XVIII.
Las cigarreras fueron toda una institución en el madrid decimonónico. En el año 2000 se cerró la fábrica definitivamente. Se pidió que fuese utilizada para las dotaciones sociales que necesita el centro de la ciudad. Finalmente se ha proyectado un centro de artes visuales, aunque aún no tiene presupuesto.


Fotos: C. Osorio.