«Quien salva una vida salva al mundo entero» dice la cita sagrada, y esa es la misión de los profesionales y voluntarios del SAMUR, el Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate.

«No queremos que se nos trate como a héroes, solo hacemos nuestro trabajo» dijo Ervigio Corral, subdirector del SAMUR. Pues aunque no lo queráis, desde Caminando por Madrid quiero haceros este pequeño homenaje a los mejores madrileños.

El SAMUR fue una idea del que fuera concejal de Salud y Consumo Simón Viñals, quien ya había desarrollado la idea en su tésis doctoral de 1967. El alcalde Rodriguez Sahagún dio luz verde al proyecto en 1989, y en 1991, ya bajo mandato de Alvarez del Manzano, el SAMUR vio por fin la luz del ancho cielo madrileño.

Son ya 18 años salvando vidas, una labor que realizan cerca de 600 profesionales y 1500 voluntarios.
Atrás quedan aquellos tiempos en que las personas heridas o accidentadas en la calle se morían esperando una ayuda que tardaba en llegar o no llegaba nunca. Tiempos en que no había un teléfono al que llamar y los diferentes cuerpos de ambulancias se pasaban la pelota diciendo: No, ese señor no está asegurado con nosotros, o idioteces por el estilo. Recuerdo experiencias muy desagradables en este sentido, como la un joven herido al que tratamos de atender allá por el año 84 entre varios amigos y que murió tras cuarenta minutos esperando una ambulancia que no llegó.
Gracias, trabajadores y voluntarios-as del SAMUR. Gracias en nombre de todos los madrileños-as.

Foto: El Mundo.