Óptica Toscana, en la calle Hortaleza, 70, ha sabido conservar con buen criterio los elementos tradicionales de una antigua casa de semillas: la de Díez Obeso.
Don Robustiano fue uno de los pioneros de la publicidad moderna. Instaló grandes carteles donde se veía a un señor satisfecho por comer buenas judías verdes de buena simiente, y a otro desesperado al comer judías verdes correosas.
Además, paseaba por Madrid un burro con grandes cartelones a los lados en los que había dibujos similares.
El propio nombre del dueño era ya una marca publicitaria, sobre todo en épocas en que había hambre, una marca que se hizo famosa en la ciudad.