En 1894 se abrió Casa Rojo, en la calle Botoneras, junto a la Plaza Mayor. Aquí se celebró el 29 de Abril de 1936 la última cena de la generación del 27, con motivo de la publicación de «La realidad y el deseo» de Luis Cernuda.
Tras la guerra civil, y por razones obvias, el restaurante dejó de llamarse Casa Rojo y pasó a llamarse «Los Galayos»
Es un restaurante de gran calidad, donde la cocina tradicional española y mediterránea recibe un toque innovador. 
El mostrador, de madera labrada de nogal, es uno de los más bonitos de nuestra ciudad y procede de otro restaurante de la Plaza Mayor ya desaparecido: El Púlpito.
Entre sus platos tiene justa fama el cochinillo, asado a horno bajo durante nada menos que ocho horas.
Pero hay muchas viandas de interés: por ejemplo, la ensalada de tomate triturado y ventresca de la imagen superior.
El pollo en pepitoria, un plato exquisito que incomprensiblemente se halla en peligro de extinción.
El bacalao.

O la tarta Tatin de manzana.
Trato amable y agradable decoración. Dos terrazas.
Lo dicho, uno de los sitios de calidad que tenemos en la zona de la Plaza Mayor.
Los Galayos: C/ Botoneras, 5.