Foto: Javier Balaguer
El Museo de Historia de Madrid, junto al metro de Tribunal, acoge la exposición «Cervantes a la luz»
con una muestra fotográfica de los trabajos que han permitido recuperar la mayor parte de los huesos del gran escritor universal.
A lo largo del último año, los investigadores han recuperado los restos del Cervantes y su esposa en la cripta del convento de las Trinitarias.

Este descubrimiento nos va a permitir posicionar mejor a Miguel de Cervantes en Madrid, la ciudad donde vivió en su época más fructífera y donde escribió y editó El Quijote.
Don Miguel, que murió en la calle que lleva su nombre en 1616, olvidado por casi todo el mundo, merece ser conocido tanto por su obra como por su vida.
En una ciudad en la que no hemos sabido conservar ninguna de las casas donde vivió Cervantes (como sí lo hicieron Alcalá de Henares y Valladolid) merece la pena significar los escenarios donde él vivió y escribió.
Madrid deber tener una ruta de Cervantes para mostrar a propios y extraños la grandeza de este hombre.
Aprovecho para decir que ya va siendo hora de señalar debidamente todos los lugares donde él vivió y trabajó, y de recuperar la imprenta de Juan de la Cuesta, donde se imprimió el Quijote, como un museo Cervantino, idea de la que llevamos oyendo hablar desde hace décadas sin que nunca se lleve a efecto.

Cervantes a la luz. Imágenes del hallazgo. Del 22 de abril al 27 de septiembre. Museo de Historia de Madrid. Fuencarral, 78.