Hace unos años echó el cierre uno de los comercios históricos más atractivos de Madrid: Casa Vega.

Situado en la calle Toledo, 57, Casa Vega llevaba abierto desde el año 1860. El motivo del cierre parece estar en la jubilación de la dueña, Carmen de la Vega. Vega era una antigua Jalmería, es decir, un lugar donde se vendían albardillas y jaeces para las caballerías. Estaba especializada en lonas, cordelería y alpargatas.

Entre los méritos de este comercio que perdemos está el vender artículos ecológicos y sostenibles, artículos que muy bien podrían ser una alternativa a los plásticos que contaminan el planeta. Nos referimos a las lonetas de algodón, la cordelería hecha con fibra vegetal (Cuerdas de bramante y de pita), calzado artesanal (alpargatas, abarcas) y toda suerte de aperos y jaeces de cuero para caballerías y ganaderías y otros usos.

Otro mérito es el carácter humano de un comercio amable donde te asesoraban sobre tus necesidades. El valor de estos comercios históricos, abandonados a su suerte por las administraciones públicas, está también en el carácter y la personalidad que han dado a Madrid.

Casa Vega, desde 1860 en la calle Toledo, 57, cerró en Diciembre de 2019.