Isabel de Portugal, esposa del emperador Carlos V, fue una mujer extraordinaria y sin duda es merecedora de una estatua que le recuerde.
Ahora bien, lo que sorprende es que dicha estatua forme parte del monumento a Cervantes situado en el centro de nuestra Plaza de España.
Cervantes no se corresponde con la época de Isabel, ya que nació ocho años después de la muerte de la reina.

¿A qué se debe este gazapo histórico?
No tenemos ni idea.
Cabe suponer que el escultor, Lorenzo Coullaut Valera, quiso hacer una estatua dedicada a la Literatura, y eligió como modelo el cuadro de Tiziano que representa a Isabel de Portugal, que aparece leyendo un libro. Esta es la explicación más lógica que hemos encontrado.