La fachada del banco de Santander, al final de la Gran Vía, presenta este aspecto desolador. Lo más curioso es ese cartelito que hay en el cristal, a la derecha de la foto que amplío para asombro del lector.
En fin, otra muestra del deterioro de la Gran Vía ante la pasividad de las autoridades locales.

Fotos: C. Osorio.