Caminando por la calle de san Bernardo, me sorprenden las últimas luces del día.

Rápidamente, echo mano a la camarita que llevo en la mochila y atrapo esas luces juguetonas que llenan de belleza todo lo que tocan.
¡Luces, cámara..! y poquito a poco, fundido a negro.
Fotos: Carlos Osorio.