Tres manantiales

Madrid viene de Mayrit, que en árabe significa lugar de matriz, o lugar de manantiales. Tal era la abundancia de agua que había entonces. Antiguos arrroyos como el que cruzaba el paseo del prado o el de la M-30 están hoy canalizados bajo el asfalto, y bajo el asfalto han muerto la mayoría de las fuentes.
Que yo sepa solo nos quedan tres manantiales de agua potable: Uno es la fuente de San Isidro (el agua milagrosa) en la ermita del Santo. Desde hace unos años, el agua no se considera apta para el consumo y la fuente se ha conectado a la red del canal.
Otro es el de la Fuente del Berro, en el parque del mismo nombre, cuyo caudal no se puede aprovechar para beber porque ha sido incorporado al agua de riego.
El tercero es la fuente del arroyo de la salud, en el Parque del Oeste. Esta fuente se halla al pie de un añoso nogal, en mitad del arroyo artificial (que en su día fue natural y se llamó de San Bernardino) que recorre el parque desde Moncloa hasta casi llegar al puente de los franceses. El Ayuntamiento se empeña en poner un cartel de agua no potable, pero la gente bebe y que yo sepa a nadie le ha sentado mal este agua. Allí voy siempre a echar un trago cuando me doy mis buenos paseos por el maravilloso Parque del Oeste. La última vez que estuve conversé con un anciano que me decía: «Ahora los políticos ya no hacen fuentes, porque no les gusta que la gente nos paremos a beber y hablemos entre nosotros»
Creo que algo de razón tenía el buen hombre.
Del resto de manantiales que pudiera haber no tengo noticia. También parece que las grandes balsas de agua que había en el subsuelo madrileño han ido desapareciendo. La que había balo la Plaza Mayor (antiguas lagunas de Luján) se cegó cuando el alcalde Arias Navarro hizo el desafortunado aparcamiento subterráneo. Este agua de la Plaza Mayor alimentó unos baños que duraron hasta el siglo XX. La balsa de agua que había bajo la calle Montera creo que ha sido desecada para hacer el túnel de cercanías. Otra importante balsa, en El Pardo, corre peligro con el soterramiento de la M-50.