¿Por qué aceptamos que nuestras calles presenten un aspecto descuidado y lamentable?

Las calles de Madrid, especialmente las del centro,  presentan un aspecto descuidado y lamentable. Todo está lleno de pintadas, firmas, garabatos, carteles, pegatinas, mobiliario urbano dañado, aguas mayores y menores, basura en cualquier sitio…
No es un problema de limpieza, porque Madrid es una de las ciudades europeas que más gasta en este concepto. Es un problema de civismo. A los que ensucian nadie les afea la conducta y los poderes públicos no se toman interés por estos problemas que consideran menores.

Lo peor es que lo toleramos, que nos hemos acostumbrado a la suciedad y los vándalos actúan con total impunidad.
ensuciar sale gratis, aunque limpiar nos cueste tan caro.
Los que hemos conocido una ciudad más digna, más limpia, más civilizada, no nos debemos resignar a que esto siga así.
En fin, que Madrid es una bella ciudad y merece estar bien guapa. ¿O no?
Es hora de rebelarnos contra el imperio de la suciedad y el mal gusto.
Es hora de plantar cara a los vándalos y demostrarles que la ciudad no está en sus manos para que la estropeen a su antojo.
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Es hora de convencer a  nuestros gobernantes de que tienen el deber de ejercer la autoridad, que autoridad no es autoritarismo, sino el ejercicio democrático de la voluntad popular expresada en las urnas
Fotos: Carlos Osorio