Clara Campoamor fue una de las mentes más lúcidas de nuestro país en los convulsos años treinta del siglo XX. No solo consiguió en el parlamento el voto femenino, sino que luchó por el respeto a las leyes y buscó una alianza de las fuerzas moderadas que evitara la Guerra Civil. Esto último no fue posible, ya que los fanatismos de derechas y de izquierdas nos abocaron al conflicto. Los derechistas la consideraban roja, y los izquierdistas, facha. La derecha no le perdonó su ideología republicana y su pertenencia a la masonería, y la izquierda nunca le perdonó que denunciara las salvajadas que se cometieron en la zona republicana. Clara pertenecía a esa gran mayoría de españoles que no querían la guerra, y fue la voz que denunció una verdad que muchos todavía no quieren ver: que el proyecto republicano fue dinamitado no solo por las derechas sino también por las izquierdas

Nadie puede cuestionar que la Guerra Civil surgió como un golpe de estado por parte de militares rebeldes apoyados por las derechas, pero también es cierto que los proyectos revolucionarios puestos en marcha por las fuerzas comunistas, anarquistas y separatistas contribuyeron a la destrucción de la República y al desenlace bélico que tanto daño hizo a nuestro país. 

Por denunciar la incompetencia y las tropelías de ambos bandos, Clara Campoamor fue condenada al olvido hasta fechas muy recientes. Franco nunca le permitió volver a España, y de hecho Clara murió en el exilio en 1972. 

El libro en el que Clara denunció la incompetencia y las barbaridades de unos y otros, pero especialmente de los suyos, los republicanos, se titula: “La revolución española vista por una republicana”, Este libro se publicó en francés en 1937, pero hasta el siglo XXI no ha sido publicado en español. Merece la pena leerlo y difundirlo, porque aquellos pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. 

Entresacamos algunos de los párrafos más impactantes del libro:

“Hechos acaecidos en plena paz y bajo el ojo indiferente de la policía entre febrero y mayo de 1936, es decir, a los tres meses de gobierno del Frente Popular: saqueo de establecimientos y domicilios: 178. Incendios de monumentos, establecimientos públicos e iglesias: 178. Atentados contra personas 712 (72 mortales)”

“Madrid se escandalizaba de ver a Moreno, el teniente de los guardias de asalto que asesinaron a Calvo Sotelo, así como a Condés, paseando libremente por las calles”

“La lucha iniciada no supone más que una inmensa pérdida de energía, ya que tras la victoria de uno de los grupos se recaerá en la agitación y el partido más fuerte acabará por vencer a los demás, imponiendo una dictadura aplastante”

“El elector no tenía elección, o votaba a la derecha o a la izquierda, o se abstenía, lo cual fue el caso de los más conscientes. Cuando una u otra coalición triunfaba, los extremistas se salían con la suya en la acción gubernamental. Reclamaban a los moderados el precio de los votos que les habían prestado. Esos extremistas…imponían su programa. De ese modo, la joven República española se ha columpiado durante cinco años entre el clima de soluciones extremistas de la izquierda y de la derecha. […] No hay organismos, por fuertes que sean, que puedan resistir los peligrosos experimentos de los aprendices de la política”.

“Uno se pregunta por qué el gobierno no impidió, cuando todavía estaba a tiempo, que los futuros insurgentes dispusieran de tan formidables efectivos militares. ¿Cómo es posible que el gobierno republicano no reemplazara a los mandos de Marruecos, ya que en caso de sublevación, aquellas tropas se verían arrastradas por sus jefes?”

“Ninguna guerra se condujo con tamaña crueldad. Por la intensidad y la extensión de la represión, sobrepasa todo aquello que sabemos de las dos guerras civiles que anteriormente se han sostenido en España”

“Los elementos proletarios que predicaban la revolución socialista, incluso antes de que se creara el Frente Popular, han considerado la sublevación militar como una magnífica ocasión para alcanzar su meta”

“El bando gubernamental no solamente ha carecido de técnica y disciplina, sino también de las previsiones y de los cálculos, en definitiva, de todo aquello que interviene en el proceso de la inteligencia”

“Si el porvenir trae la victoria triunfal de los ejércitos gubernamentales, ese triunfo no llevará a un régimen democrático, ya que los republicanos ya no cuentan en el grupo gubernamental. El triunfo de los gubernamentales sería el de las masas proletarias, y al estar divididas esas masas, nuevas luchas decidirán si la hegemonía será para los socialistas, los comunistas o los anarcosindicalistas. Pero el resultado solo puede significar la dictadura del proletariado, en detrimento de la República democrática”

“La experiencia de los últimos quince años nos permite afirmar que la libertad, ideal animador de todas esas luchas, nunca ha existido de una forma durable en España. Y a la libertad, y no a sus ficciones, habrá que llegar para introducir una paz efectiva y duradera”

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Del libro «La revolución española vista por una republicana», edición De Luis Español Bouché. Espuela de Plata 2007.