La Movida editorial no se quedó a la zaga. Encabezadas por «Madrid me mata» y «La luna de Madrid» decenas de revistas y fanzines se editaban y se vendían por todas partes en los años ochenta.
 En el mundo de la pintura floreció la Nueva Figuración Madrileña, y destacaron pintores como Pérez Villalta, Carlos Franco, Costus, El Hortelano, Martín Begué, Ceesepe…
Aquella fue una de las épocas de oro de nuestro cómic, especialmente del cómic underground.

Algo realmente fantástico de la Movida fue que coincidieron en el tiempo y en el espacio movimientos estéticamente renovadores con una búsqueda del pasado y de las tradiciones.
Aparte de la Movida del Pop y el Rock, hubo un tiempo en que se investigó el folklore, el habla, las costumbres y las tradiciones de nuestra tierra. Hubo una verdadera pasión por encontrar lo mejor de las épocas pasadas.
Así como hoy se busca en anticuarios y contenedores el diseño de los años 70, en los tiempos de la Movida se buscaba todo lo relacionado con la Belle Époque y los años veinte. Había nacido el culto a lo vintage. Y es que la modernidad bien entendida busca siempre lo mejor del pasado.

No todo en la Movida fueron luces. Quizá la sombra más negra fue la guadaña de la heroína y otras drogas duras que diezmaron a la gente más débil. La falta de límites y de normas destruyó finalmente a la Movida.

1986 está considerado como el año en que se desinfló la Movida. Ese año muere el alcalde Tierno Galván, se cierra la sala Rockola, se criticaron los gastos superfluos como el «Tren de la movida, de Madrid a Vigo». La sociedad se estremece ante el daño causado por las drogas.
La resaca de una fiesta que duraba demasiado es quizá la verdadera causa.
Esto decía un cronista de La Luna de Madrid:
“A finales de 1985 se había acabado todo. Las celebridades se tomaban la vida en serio, había terminado la frivolidad y los trepas volvían a fregar platos”

Pero el saldo, a pesar de todo, parecía ser positivo:
Madrid se había convertido en una ciudad de referencia en Europa.
Una ciudad que creaba el mejor arte, el mejor diseño, la mejor música, la mejor gastronomía y la mejor diversión.

Y si solo pudiera quedarme con una sola cosa de la Movida, me quedaría con esta canción.