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La corrala de la calle Miguel Servet, con vuelta a la calle del Espino y a la de Mesón de Paredes es una de las más bellas y más antiguas de Madrid. Se construyó a finales del siglo XVIII, y en sus orígenes las viviendas fueron alquiladas por las familias de las cigarreras de la vecina fábrica de Tabacos.
Consta de varios edificios con diferentes corredores que ocupan la mitad de la manzana.
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En los años setenta del siglo XX presentaba el lamentable aspecto que vemos en esta foto. Fue entonces cuando los propietarios intentaron derribarla para construir bloques de pisos. Los vecinos de la corrala se unieron y lograron evitar la demolición. Posteriormente, a primeros de los años ochenta, el Ayuntamiento de Tierno Galván la rehabilitó.
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El pintor Eduardo Vicente se inspiró en ella para hacer esta hermosa acuarela.
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Cada casa de corredor, de veinte metros cuadrados, constaba de dos habitaciones. Había un solo aseo por cada planta, y cada semana le tocaba a una familia encargarse de su cuidado y limpieza. En esta corrala también tenían una sola cocina para cada planta, y las vecinas se tenían que turnar para cocinar. Hoy día todas las viviendas tienen aseos y todas las comodidades de la vida moderna, pero los tiempos pasados no fueron fáciles. En el patio se mantiene una fuente de uso común.
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Actualmente la corrala la habitan vecinos de diversas procedencias y nacionalidades. Inmigrantes, gente joven y vecinos de toda la vida.

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La corrala es el testimonio de una vida en común, donde los vecinos se conocían y se trataban.
Es un modelo de vivienda muy madrileño y un legado extraordinario de la arquitectura popular extendido por la península ibérica y por Iberoamérica.

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 Fotos 1, 3, 4, 5 y 6: Carlos Osorio.