La fuerte competencia de los periódicos gratuitos y de los informativos de internet va haciendo mella en los kioskos de prensa. Al pasar por la calle Princesa, junto a la Plaza de España, ví el hueco que ha dejado un kiosko y sentí nostalgia, porque me gustan los periódicos de siempre, y es donde de verdad me entero bien de lo que pasa. Además, un kiosko da vida a una calle. Es donde siempre puedes preguntar algo o echar un rato de conversación con el kioskero. Me gustan los kioskos.

Foto: Carlos Osorio