Hojas de roble, de arce y de plátano corretean por los caminos, hojas viejas que se convierten en niñas, dando volteretas, arañando la arena con sus puntas, hasta que reposan exhaustas contra una magnífica valla de recias piedras, doradas de fatiga y de sol.
Foto (c) C. Osorio
Un patio escolar de cemento. Bajo unas gradas asoman unos nogales raquíticos. Territorio de gatos y balones. Da el sol en las mañanas de Noviembre. Recogemos nueces entre la hojarasca sucia y las bolsas de chucherías. Cuando abro y como la nuez, así, al sol de Noviembre, aún en semejane sitio, me viene esa misma sensación de El Bosque. Sí, es esa misma comunión de la hojarasca con el sol y con el muro de piedra que transmite la fotografía.