Es uno de los rincones más encantadores de la Comunidad de Madrid.
El Estanque de Chinescos, en los jardines de Aranjuez, se construyó en el siglo XVIII siguiendo la moda de los jardines paisajistas y recreando, en este caso, un idealizado estanque chino con templetes en los islotes. Uno de los templetes, el griego, con columnas jónicas de mármol, está atribuido a Juan de Villanueva, y el otro, que era el propiamente chino, fue destruido en la Guerra de Independencia y reconstruido en un estilo que recuerda a lo turco. El templete occidental y el oriental juntos, como dos maneras de ver la vida que se diluyen en el mismo lago.
Desde los inicios de la Historia, los jardines han tratado de recrear el paraíso terrenal, y en Aranjuez se aproximaron mucho.
La foto de Ramón Rubio Moreno, gracias a unos retoques digitales, ha logrado una perfecta armonización de tonos cálidos y fríos.