El 2 de Marzo de 1923, a las tres de la tarde, sonó un disparo en uno de los despachos del teatro Eslava. Alfonso Vidal y Planas había matado a Luis Antón del Olmet. El escritor Alfonso Vidal era gerundense, bohemio, e izquierdista. Luis del Olmet era otro escritor, bilbaino, mujeriego y muy de derechas. Los dos colaboraban como autores dramáticos en el teatro Eslava, dirigido por el empresario teatral Gregorio Martínez Sierra. La rivalidad entre ambos era latente. En un momento dado, las obras de Alfonso Vidal dejaron de tener éxito y el empresario contó con Olmet para que escribiera las próximas obras. No contento con desplazar a su rival, Olmet le quitó la novia.

La amante de Alfonso Vidal era Elena Manzanarez, una prostituta a la cual Alfonso había conocido en un prostíbulo de la calle Ceres y a la que había protegido. Posiblemente, Olmet aprovechó un momento de crisis entre los amantes para seducir a Elena. Pero Alfonso se enteró y aquello fue demasiado para él. Primero le quitaban el trabajo y luego la amante. Ciego de ira, fue al teatro Eslava, donde se encontró con Olmet. Tras una violenta discusión, Vidal sacó un revólver y mató a Olmet, el cual quedó tendido en medio de un charco de sangre.

Alfonso Vidal fue condenado a 12 años de cárcel, aunque logró que le redujeran la condena a tres años alegando crimen pasional. Durante su estancia en la cárcel, su amante, Elena, se casó con él. Tras la guerra civil, Alfonso y su mujer, Elena, se exiliaron en Estados Unidos y luego en México, donde Vidal continuó escribiendo y dando clases de literatura. Vidal murió en Tijuana en 1965.

El teatro Eslava continúa existiendo en la calle del Arenal, de Madrid, aunque desde la época de la movida funciona únicamente como discoteca. El crimen de 1923 ha dado origen a una leyenda, según la cual, el fantasma del asesinado Luis Olmet continúa viviendo en el teatro, y de vez en cuando da un susto a los trabajadores del Joy Eslava, o a algún cliente que se queda rezagado a altas horas de la noche. Pero esto ya es la leyenda.