Durante los meses soleados se instala en Narváez esquina a Jorge Juan un kiosko de horchata, granizado de limón y agua de cebada. Este puesto estival, que funciona desde los años 40, es el único de Madrid que todavía sirve el agua de cebada, bebida típica de Madrid que fue muy popular en siglos pasados. El agua de cebada está hecha con cebada tostada y tiene un sabor parecido a la malta. Se dice que el agua de cebada es muy buena para aliviar la cistitis, el reúma, las inflamaciones respiratorias y digestivas , y es vigorizante. Eso sí, quienes la tomen con fines terapéuticos, es mejor que no añadan azúcar y la hagan ellos mismos según las recetas que aparecen en internet.

Foto: C. Osorio.