En Madrid nunca se construía un edificio singular al lado de otro edificio singular; se construía directamente encima.
Semejante necedad ha hecho que hayamos perdido una cantidad ingente de palacios e iglesias de gran valor artístico.
Es el caso del palacio de los duques de Medinaceli, en la plaza de Neptuno, que fue derribado en 1895 para construir otro magnífico edificio: el hotel Palace

En la imagen superior vemos el palacio de los deques de Lerma y Medinaceli, que presidió desde el siglo XVI la zona donde se ubicó la plaza de Neptuno. A la izquierda del palacio vemos la antigua iglesia de Jesús de Medinaceli, igualmente desaparecida.

Y aquí tenemos el flamante hotel Palace, de 1912, obra del arquitecto Eduard Ferrés.