En 1954, Paulino, un chamberilero de pro que trabajaba de cocinero, estaba prendado de una cocinera llamada Paca, pero no tenían el dinero suficiente para hacer proyectos. La suerte quiso que a Paulino le tocara la lotería y, junto con Paca montaron su casa de comidas: Casa Paulino, en Alonso Cano, 34. La pareja tuvo dos hijos: Javier y Paulino. Este último es quien sigue con el negocio.
La clave de su éxito arrollador se encuentra en su cocina que sabe innovar sin perder las referencias de la tradición, su excelente calidad y sus precios moderados.
Especialidades: su escalibada con queso de cabra, su salmón a las uvas, su solomillo con foie al vino tinto, la merluza a la bilbaína, las lentejas, la lasaña de morcilla, etc.
Foto: C. Osorio