Madrid llega al siglo XX con 60.000 hectáreas de viñedos. En 1914 se expande la epidemia de la filoxera, arruinando los viñedos madrileños. La recuperación fue difícil y se hizo con variedades foráneas, en especial la Garnacha y el Airén. En los años cincuenta comienzan a funcionar las actuales cooperativas. A fines de los setenta desciende bruscamente el consumo de vinos a granel, siendo necesaria la reconversión del sector hacia los vinos de calidad. En 1984, bajo la presidencia de Leguina, se reconoce la denominación de origen Vinos de Madrid, título que se hace oficial en 1990. Esta Denominación cuenta con vinos procedentes de 54 municipios, situados principalmente en la parte sur de la Comunidad Autónoma. La zona de producción abarca 7.685 has. que están divididas en tres subzonas claramente diferenciadas: Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias.
Las variedades de uva autorizadas son, en blancas: Airén, Malvar, Albillo, Viura, Torrontés, Parellada y Moscatel; y en tintas: Tempranillo, Garnacha Tinta, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Los vinos de nuestra región comienzan a situarse entre los buenos vinos españoles, aumentando progresivamente la producción de vino ecológico, más saludable y respetuoso con el medio natural.