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Las áreas de descanso en carretera son necesarias para poder parar cada 200 kilómetros, como aconseja la DGT. El problema es que la mayoría de dichas áreas no cuenta con las condiciones necesarias para su función. Más que relajarse, uno puede estresarse cuando tiene que parar un rato a pleno sol, rodeado de basuras, con olor a orines y otras aguas mayores, sin unos servicios higiénicos y sin agua potable. Debería existir una norma que fijara las condiciones de las áreas de descanso. Todas ellas deberían tener sombra, bancos, aseos y agua potable. Así sí serían, de verdad, áreas de descanso.
Carlos Osorio.