La Villa de Vallecas, llena de historia y llena de olvido, urbanismo caótico del último medio siglo, Vallecas viva y entrañable parte de Madrid. Sigue sin ser Puerto de Mar, sigue con su rayo que no cesa, el Rayo Vallecano.
Desde el siglo XVI Vallecas abastecía a Madrid de cereales, paja y pan. La extracción de perdernal y la fabricación de yeso y cal, tan necesarios en la construcción de entonces, dieron prosperidad a la villa. Sin olvidar la mina de sepiolita , la más importante del mundo, en el cerro Almodóvar. Desde la edad media, destaca la calidad de su pan. Panaderos franceses y gallegos abastecen a la Casa de la Panadería. Vallecas pintada por la escuela de Vallecas (Alberto Sánchez, Benjamín Palencia…)Hoy te recorro, Vallecas, buscando vestigios de tu historia.

Foto 1: La Iglesia de San Pedro ad Víncula, donde fue bautizado Juan Malasaña, diseñada en 1600 por Juan de Herrera, cuya torre es de Ventura Rodríguez, del XVIII.
Foto 2: Antigua Tahona. He averiguado que ya existía en 1863.
Foto 3: Casa rústica con patio, junto a la iglesia.
Foto 4: Casa típica en ladrillo, en Sierra Gádor.

Fotos: Carlos Osorio