Flores Manolita pasa por ser la floristería más añeja de Madrid. La fundó en 1881 Leonardo Martínez, en una calle, Espoz y Mina, que era entonces una de las vias del comercio distinguido.

Hay que decir que hasta bien entrado el siglo XX no era habitual la existencia de tiendas de flores, sino que estas se vendían en puestos ambulantes. El local destila una íntima y colorista calma, inusual en la agitada zona de Sol. Toda la tienda es un santuario de ese tipo de arte que en el pasado se llamó kitsch y que yo llamaría arte conceptual popular. Los periquitos y el conejo, mascotas de la casa, animan este mundo mágico y alucinante.
En Espoz y Mina, 12.

Fotos: C. Osorio.